Elegí Lanzarote como destino para mis vacaciones de verano, pues llevaba un año duro trabajando y de muchos cambios y pensé que esta isla sería un buen lugar para descansar y no hacer nada… Hasta que se me ocurrió mirar “qué ver en Lanzarote” en Internet. Pese a que hay muchas cosas que hacer y ver en esta preciosa isla, encontré la paz y tranquilidad que venía buscando.
El ritmo es otro, aquí todo marcha, poco a poco. Turistas, los justos. Espacios cuidados y limpios. Carreteras nuevas en perfecto estado. Playas paradisiacas.
Las atracciones turísticas que ver en Lanzarote están elegidas y cuidadas con esmero. César Manrique fue y es una figura importantísima en la isla y eso se ve casi a cada paso que das. Fue un artista nacido en Arrecife, defensor de los valores medioambientales de Canarias. Su obra trató en buscar la armonía entre el arte y la naturaleza, y lo consiguió. Y dejó huella.
He recogido algunas de las cosas interesantes que ver en Lanzarote. Esto es lo que nos dio tiempo a nosotros, en una semana, tomándonoslo con relax y sin madrugar. Pero hay otras cosas que hacer que no están en esta lista y que seguro, son igual de interesantes.
Parque Nacional del Timanfaya

Y sí, pese a haber visto fotos y leído sobre este lugar, me dejó sin palabras. El paisaje es totalmente marciano, las formaciones geológicas son para quedarse boquiabierto. Estas estructuras geomorfológicas se deben a las erupciones volcánicas que hubo entre los años 1730 y 1736 y en el año 1824. Los colores, las texturas y las formas son, de verdad, de otro planeta.
Para acceder, se hace desde los municipios de Yaiza o Tinajo en coche o en autobús. Nosotros, alquilamos un coche para toda la semana en la isla, y fue muy cómodo. Hay parking habilitado para bastantes vehículos, aunque te aconsejo que vayas más o menos pronto. Aunque la isla no está muy masificada, el Parque Nacional de Timanfaya es su mayor atractivo turístico y varias personas nos aconsejaron ir temprano por la mañana.
Las entradas se pueden comprar en algunos monumentos de la isla, los que forman parte de la ruta de César Manrique: Montañas de fuego (Parque Timanfaya), Jameos del Agua, Cueva de los Verdes, Mirador Del Río o el Jardín de Cactus. Tienes aquí toda la información, ya que hay precios especiales si compras un bono para varios monumentos.
La visita no se puede hacer por libre. Es obligatorio hacerla con guía. En cuanto llegas, te invitan a subirte a uno de los autobuses del parque, que son, evidentemente gratuitos. El autobús hace una ruta de unos 40 minutos, con audioguía en varios idiomas. Este recorrido es muy interesante ya que las explicaciones son fáciles de entender, incluso para niños, y te va dando explicación del por qué de esas extrañas formas que ves por la ventanilla del bus. Lo único es que el autobús no hace parada y en ningún momento se puede bajar.
Por favor, no olvides que estás en un Parque Nacional, desde incluso antes de bajarte del coche. Cuida y respeta el medioambiental, es muy importante para todos.
Sin duda, el Parque Nacional de Timanfaya es un imprescindible de qué ver en Lanzarote.
Cueva de los Verdes, qué ver en Lanzarote

Esta curiosa gruta fue formada a raíz de la actividad eruptiva del Volcán de La Corona. Es un túnel de más de 6 kilómetros que se prolongan desde el cráter del volcán hasta que se adentra en el mar dejando así más de 1 kilómetro de tramo submarino.
En los años 60 del siglo pasado, el Cabildo de Lanzarote recurrió al artista Jesús Soto, que a su vez, trabajaba con César Manrique. Juntos, iniciaron un proyecto de adecuación de estos túneles, haciendo además unos estudiados juegos de iluminaciones a lo largo del recorrido que hacen que se aprecie mucho más lo que están viendo tus ojos.
La Cueva de los Verdes es una visita de unos 50 minutos y tiene poco más de 1 kilómetro para recorrer. Hacerlo con visita guiada es obligatorio. Y hacer esta visita es una decisión muy acertada porque se aprende mucho sobre estas curiosas formaciones y de la historia de Lanzarote. Además, al final de la visita guiada, te estará esperando una sorpresa 🙂
Para acceder, se llega en coche hasta el parking gratuito que hay a pocos metros de la entrada.
El precio de la entrada son 9,50€ pero si has comprado el bono del que te he hablado antes, lo tendrás incluido.
Esta cueva, fue lo primero que visitamos en la isla y nos sirvió para conocer algunos datos interesantes de estas formaciones volcánicas y de la geomorfología de Lanzarote. También supimos que los túneles se formaron por las lavas fluidas de la erupción del volcán, pero algunos tramos del techo se hundieron, dando lugar a jameos, nuestra siguiente visita.
Los Jameos del Agua

Desde la Cueva de los Verdes, nos dirigimos con el coche hasta los Jameos del Agua, otro de los imprescindibles que ver en Lanzarote y que no te puedes saltar. Hay apenas 5 minutos en coche, esto se debe a que los jameos que vamos a ver corresponden al mismo túnel que se formó con la erupción del volcán de la Corona y que formó la cueva de los Verdes que acabamos de visitar.
Un jameo es el hundimiento del techo de un conducto volcánico, abriéndose así a la superficie.
De nuevo, la mente y la imaginación de César Manrique nos lleva a encontrarnos en un lugar único en el mundo. Hizo de un agujero en el techo de una cueva, un verdadero centro de arte, cultura y turismo. Representa la armonía entre la naturaleza y la creación artística.
En este centro, aparte del recorrido a pie, hay un restaurante y un auditorio que por sus condiciones geológicas hace que la acústica sea incomparable a cualquier otro auditorio del planeta.
El acceso es, como he dicho antes, en coche y la entrada entra nuevamente en el bono de los centros de Lanzarote. Así que como puedes ver, merece mucho la pena hacerse con uno de estos bonos.
Esta vez, la visita es libre y puedes tomarte el tiempo que quieras paseando, tomando algo en su cafetería o simplemente sentado en un banco observando. El sitio lo merece. En esta ocasión, sí que me pareció que estaba un poco masificado, pero creo que es porque llegamos a la vez que varios autobuses de grupos organizados.
Jardín de Cactus de César Manrique

El Jardín de Cactus de Lanzarote es una de las últimas obras de César Manrique en la isla, y es un lugar muy curioso.
Se encuentra al lado del pequeño pueblo de Guatiza. En esta zona, se encuentra la mayor plantación de tuneras (un tipo de cactus) dedicada al cultivo de la cochinilla, que es un colorante o tinte que tuvo una gran relevancia económica para Lanzarote en el siglo XIX.
Sin duda, el Jardín de Cactus debería estar en la lista de qué ver en Lanzarote ya que cuenta con 4.500 ejemplares de 450 especies diferentes agrupados en 13 familias procedentes de los 5 continentes. Nada mal, ¿no? Además el entorno y la “arquitectura” del lugar es bien bonita. Se puede dar un agradable paseo descubriendo las especies de cactus que menos conocemos. Hay cactus que no parecen cactus, algunos que dan flores, otros tan altos como un árbol, ¡es muy chulo!
Se accede en coche y se aparca en la misma puerta del centro en un parking habilitado. La entrada cuesta 5,80€ o puede ser que la tengas incluida si habías comprado un bono de los que he mencionado anteriormente y habías seleccionado este centro.
La visita es por libre y se puede hacer en alrededor de 1 hora de tiempo, depende de lo curioso que seas 😉
Mercadillo de Teguise, imprescindible qué ver en Lanzarote

Cada domingo hay una cita en la pequeña ciudad de Teguise. El mercado más famoso de Lanzarote tiene lugar cada semana y es una mezcla de artesanía, productos frescos, caprichos…
Antes de visitarlo, busqué en internet y cierto es que es criticado por algunos visitantes por haber perdido su esencia. Claramente, en la era en la que nos encontramos y con la de turismo que se mueve, estaba claro que en un mercadillo tradicional no iban a vender solo bisutería artesanal y cremas de 100% aloe vera cultivado en la isla. Como en todo, los comerciantes se adaptan y en este mercado puedes encontrar un poco de todo. Incluso aquello que puedes comprar en tu propia ciudad o en tu propio país.
Mi consejo es que vayas bien pronto por la mañana, a las 9h10 o 1o es una buena hora y así puedas disfrutar de sus calles y sus puestos sin tanta aglomeración. Si te apetece comprar algo, intenta que sea un producto de la isla o de la zona. Hay muchas pequeñas marcas de jóvenes emprendedores canarios tanto de ropa, como bisutería, accesorios, belleza…
Cierto es que a partir del medio día empieza a haber demasiada gente. De hecho, nosotros vinimos aquí el último de los 8 días que pasamos en la isla y en toda la semana no había visto tanta gente ni turistas internacionales en ningún otro sitio de la isla.
Nuestro plan fue ir pronto, y a eso de la 1 de la tarde cuando casi no se podía ni andar por el centro del pueblo, decidimos que era una buena hora para sentarnos en una terraza a tomarnos una cervecita.
El acceso es en coche, como de costumbre en la isla. Cuando entras al pueblo hay varios parkings habilitados donde unos chicos con chaleco amarillo van a invitarte a aparcar. Creo que son legales, no estoy segura, de todas maneras, es la única manera de aparcar. Mi consejo es que no aparques ni en el primero ni en el segundo a la entrada de Teguise, a partir del tercero ya estás más cerca del mercadillo. Cuesta alrededor de 3€ si no recuerdo mal.
Playa de Papagayo

La verdad es que yo no soy una persona de playas. Y pensarás ¿y por qué te vas de vacaciones a Lanzarote? Pues porque una semana al año no hace daño (y a veces ni eso) y porque es verdad que en los sitios de mar y playa encuentro una paz diferente, y el mar me encanta y me hace pensar. Y además ¿a quién no le gusta una buena playa paradisiaca?
Y sin duda alguna, la Playa de Papagayo está en el Top 5 de playas qué ver en Lanzarote. Pese a su fama, no está masificada (o al menos el día que fui yo) pero como puedes ver en la foto, lo que se dice desierta la playa no estaba. El agua es clarísima y la arena blanca fina. Eso sí, el agua está fresca fresca.
Para llegar, no hay transporte público, por lo que el coche sería la única opción. Hay un último tramo de unos 20-25 minutos donde es pista, no está asfaltado. A nosotros nos dijeron que era mejor tener un coche en buenas condiciones y si era tipo suv mejor. Nosotros justo habíamos alquilado un coche de estas características (sin saber lo de la pista de tierra para llegar a Papagayo) pero en el camino nos encontramos coches de todos los tipos.
Hay un espacio habilitado para aparcar en Punta Papagayo y desde ahí hay el acceso a un par de playas. A la izquierda está la de la foto, y son unos 10 minutos andando (con escaleras) desde el parking.
Mirador Del Río o cómo avistar La Graciosa

Volvemos a la otra punta de la isla, al noreste, donde vamos a visitar otra de las obras de César Manrique. O no. Digo que no, porque se puede ver la isla de La Graciosa desde un mirador, y no necesitas pagar por ello.
Depende del bono de centros turísticos que hayas elegido, puede que lo tengas incluido, o puede que no. En el caso de que no lo tengas, como fue nuestro caso puedes: o pagar la entrada (4,75€) o seguir mis pasos.
El centro cultural del Mirador Del Río diseñado por César Manrique vuelve a fusionar naturaleza y arte y además tiene un restaurante en su interior, con unos grandes ventanales para disfrutar cenando mientras atardece en La Graciosa.
Si no tienes entrada, no te preocupes. Puedes ir andando a la izquierda o derecha del mirador, un poco campo a través (cuidado y respeta las señales cuando dice No Pasar). Y se llega casi exactamente a las mismas vistas, o si no mira la foto.
En este post descubrirás cómo llegar a La Graciosa desde Lanzarote y que hacer allí, ya que puedes pasar un día entero en esta (ahora sí) casi desértica isla.
Estos fueron casi al completo los planes que hicimos 8 días en Lanzarote, dedicando tiempo a relajarnos, a leer, y a no madrugar 😉
Espero que te haya servido y no dudes en dejar cualquier pregunta o sugerencia en comentarios.
¡Nos leemos pronto!
Ro.
3 comentarios en «LANZAROTE: qué ver en la isla de los volcanes»
Ro, me ha encantado tu post. Hace muchísimos años que visité Lanzarote y recuerdo todos estos lugares que nombras. Con especial cariño recuerdo los Jameos de Agua que me parecieron increíbles. Tendré que volver para explorar de nuevo esta isla taan bonita. Un abrazo!!!
¡Hola Eva! Muchísimas gracias por leerme, la verdad es que Lanzarote no dejó de sorprenderme y no sabría con qué quedarme. Pienso que con el Parque Nacional de Timanfaya, ¡me parece totalmente de otro planeta!